Ciencia maravillosa e incomprensible



 Es la verdad de las verdades. Debo admitir que nunca fui un estudiante sobresaliente en Física. Tampoco llegué un sobre y por muy poco me quedé en saliente. Pero eso no le da derecho a la ciencia a abusar de nosotros, los que no somos doctos en la materia.

Digo abusar, porque en todas las cosas que me encuentro cada día, tiene que aparecer esa palabra atravesada y poniéndome contra la pared. ¿Han notado que cuando se quiere evitar la palabra “Dios” pasan automáticamente  a utilizar  “extraterrestres” o “ciencia” para sus demostraciones?

Veamos unos ejemplos, para hacerme entender:

Un café. ¡Un delicioso café! Y no me refiero a un Café Turco, a un Café Irlandés, ni a un Capuchino, sino a algo tan simple como una taza con agua caliente y café. Pues es lo primero que tomo cada mañana y desde tempranas horas ya me veo a gatas para poder bajarlo. ¡La ciencia se atraviesa!

No logro entender como la Secre con su mano mágica y con mucho de angelical, logra servir, siempre y -nunca ha fallado- la cantidad de café más caliente en la parte superior de la taza. Y como si esto fuera poco, logra que automáticamente la parte tibia quede en el centro y la parte más fría, definitivamente ¡en el fondo! ¿Cómo lo hace?? Porque es cuestión de ciencia, responde ella y… ¡ya! (menos mal no dijo extraterrestres o la excomulgo).

¿No les ha pasado? Bueno, cuando vengan –o regresen otros- a la casa, se los podré demostrar. Es infalible. Empiezo a tomar caliente, despacio, degustando cada sorbo, tomándome el tiempo necesario para que mis glándulas gustativas se den ese fino placer digno de los dioses. Después de unos cuantos sorboss, ya he llegado a la parte tibia. ¡No me explico cómo lo hace! Y unos sorbos más adelante, encuentro el líquido frío, siempre en el fondo esperando que termine de beberlo.

Pero dirán ustedes, que será casualidad o que son cosas del azar. Para esos que lo dudan de cómo domina la Secre a la ciencia para nuestro provecho, les traigo otro ejemplo, que demuestra que ella es capaz de hacer todo lo contrario con otros casos.

La sopa. Ese líquido que se sirve antes del plato principal en la cena o en el almuerzo y que vulgarmente se conoce como “sopa”, presenta exactamente el caso contrario al del café. Y todo es por la ciencia, insiste en responder la Secre (van dos salvadas de la excomunión).

Sirve la sopa caliente, casi hirviendo y el humo que emana de ella (de la sopa, no de la Secre) parece gritarte: “corre que te quemo”. Pero ¿qué pasa en realidad? Que en el momento en que tomas con la cuchara un poco del líquido que está en la superficie, está tibio y en el fondo está… ¡hirviendo! ¿Por qué? “Por la ciencia” me dice y ya se vuelve repetitiva la Secre (¡y ahora sí que la excomulgo!

Pero si creen que ahí para todo vean el último ejemplo, que se inventó después de leer que los chinos de la China, que una vez fue de Mao Tsé Tung, para calmar ayudar a la digestión toman agua tibia.

¡Un vaso de agua tibia! Pero que es especial para calmar además para relajar el sistema nervioso, no sólo de los chinos sino de cualquier habitante del planeta tierra. ¿Qué tiene de especial ese vaso de agua tibia? Pues que no importa que tan fría la sirvan, aún  con varios cubos de hielo dentro, la parte del líquido del fondo ¡siempre está más caliente!  Para calmar eliminar toxinas de los chinos gracias a… ¡la ciencia! repite ella.

Bendiciones,


Cardenal Farenas

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Comentarios

  1. hola como estas?
    interesante tus pensamientos chau
    Mucha

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  2. Alabada sea la ciencia ...aunque hayas sacado solo ''saliente'', demos su toquecito en el hombro por su buen hacer.
    El café más delicioso que he probado en mi vida, me lo han servido en una cafetería nueva, de un chef que apenas alcanzará los veinticinco años, tan satisfecha estaba con esa humeante taza de café que le he dicho al mesero que, qué buen café servían allí y como respuesta me ha llegado el chef y me dice satisfecho, ''el café debe ser de buena calidad y ha de alcanzar cierta temperatura, no más de eso, que luego se amarga''.
    ''Diantres'' sería la expresión que usaría

    Andas ausente y eso ocasiona que los feligreses se dispersen y vayan por mal camino.

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  3. Insisto, se te están descarriando los feligreses ...

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  4. Las ovejas creo, que será difícil reencausarlas
    Cuídate

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  5. Confieseme padre porque he pecado. Llevo tanto sin pisar este santo lugar...
    La ciencia se mueve por caminos misteriosos, porque mi padre, el que me dió el apellido porque confesor no tengo otro, en una ocasión llegó a quemarse la lengua con el último sorbo de café. Claro que ese café no lo hizo la Secre.

    Abrazos franceses a ambos

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