Ciencia maravillosa e incomprensible

¡Ánfora milagrosa!



 Acompaño la propuesta de Neogéminis para este jueves. De penitencia, por leer este aporte, deben enriquecer su espíritu leyendo, ojalá, todas las otras publicaciones relacionadas, que las encontrarán aquí

Pueden sentarse. Hace unas semanas, entré a la bodega de la parroquia para revisar tantos objetos abandonados u olvidados en la nave central durante tantos años, billeteras (ahora vacías pero con documentos), anillos de imitación (confirmado porque los llevé a tasar), celulares ya sin crédito, gafas, llaves, tarjetas de crédito que ya no están habilitadas porque las he probado varias veces en la panadería de la esquina (solo para confirmar que el dueño esté tranquilo) entre otros elementos.

Lo que más me llamó la atención fue encontrar ¡un ánfora! Qué demon… qué diab… este… ¿quién puede venir a misa con un ánfora? He visto parroquianos que traen su petaca para acompañar el sermón, pero… un ánfora? Quizás volvía del río el feligrés y quiso confesarse camino de regreso a casa. No lo sé.

Resolví abrirla, no para satisfacer mi curiosidad, sino para ver si había alguna pista que resolviera el misterio.

Cuál sería mi sorpresa al descubrir que tenía… ¡nada! Estaba vacía. Sigo el numeral 28 del Reglamento del Confesionario †, que reza que pasados cinco segundos cualquier objeto encontrado en este recinto sin que el dueño lo reclame, pasará a ser activo inmediato del templo. Para hacer productivo dicho recipiente investigué en la Biblioteca de la Parroquia qué uso podría darle.

Pensé en dejarla para las ofrendas, pero descubrí que las ánforas fueron utilizadas para almacenar el vino desde hace muchos siglos y que así lo conservaban durante mucho tiempo. No debería ser un buen vino, pienso yo, pues vino que se respete es imposible conservarlo por más de unos minutos. Quise probar este método con el vino para consagrar en cajita que semanalmente me envía Roma.

He notado que desarrolla alegría, aromas y sabores nuevos, su acidez se reduce notablemente y que, aunque ustedes no lo crean, su grado de alcohol aumenta. Las últimas misas han terminado en baile y las confesiones han sido grupales desde entonces. Yo feliz porque es una sola penitencia para todos y me sobra tiempo para seguir catando el vino.

¡Alabada sea el ánfora, son 39 litros en un solo recipiente!

Bendiciones


Cardenal Farenas

ol raicts reserved, prohibida su reproducción parcial o total sin consentimiento escrito de los autores


Comentarios

  1. jajaa bienvenido sea usted, eminencia, por haberse decidido a sumarse nuevamente al mundo bloguero, trayendo otra vez sus anécdotas alocadas de penitencias y parroquias! Celebro además su decisión de participar también de nuestros encuentros jueveros, excusa perfecta para reencontrarnos y aumentar - a la vez- el número de sus feligreses -y consecuentemente, de sus limosnas-
    Un abrazo y muchas gracias por tu aporte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a vos Mónica y puedo contarte (confidencialmente entre nosotros dos) que al aumentar los feligreses aumentarán las limosnas y el nuevo parrillero pronto levantará el humo blanco que todos esperamos ver.

      Para evitar malos entendidos, dejo claro que me motiva no el dinero sino las buenas obras como un buen parrillero.

      Bendiciones Neo

      Eliminar
  2. Que bien resulto el ánfora, ahora todos los parroquianos felices de la vida . Y el cura ni te cuento. Un saludo y bienvenido a los relatos de los jueves.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Campirela bienvenida a la parroquia. Viste la cajita de limosnas a la derecha saliendo? hermosa no? Gracias por pasar.

      Bendiciones

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Gracias JP, regresa cuando quieras, no siempre la parroquia está desorganizada por el vino, generalmente está desorganizada por cualquier motivo.

      Bendiciones,

      Eliminar
  4. Una ocurrencia graciosa aunque no sea el mejor sitio para el vino. Por otra parte, la iglesia sigue igual quedándose con lo de todo el mundo, incluido edificios etc.
    Un placer leerte
    Saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Charly, gracias por venir. Interesante lo de los edificios, sabés si incluyen parrilleros?

      Bendiciones

      Eliminar
  5. Que ocurrente y original. Y por otro lado con posibilidad de ser una historia real, jajaja. Lo de las confesiones grupales, -seguro que alguien te robará la idea-
    Un gusto el encuentro con usted.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El gusto es mutuo Berta, vengo de tu barrio y todavía tengo la sonrisa (te aseguro que dura más de un minuto) que me dibujaste con tu relato. Gracias por tus palabras y por tu visita. Un placer.

      Bendiciones sonrientes

      Eliminar
  6. Qué mejor uso que aquel que proporciona felicidad y unión…
    ¡Cuántas ánforas hacen falta!

    Muy buena participación. Dulce y rebosante…
    Un placer leerte.

    Abrazo grande, y muy feliz tarde.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ginebra, gracias por tu visita y qué bueno que te haya gustado. Siempre hay vino (de consagrar) disponible en esta parroquia. Un placer recibirte.

      Bendiciones

      Eliminar
  7. Jajaja me has sacado sonrisas.

    Creo que es la primera vez que vengo a tu blog.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genial María!!! esa era la idea (y alguna limosnita para el parrillero hubiera sido la guinda de la torta).

      Bendiciones alegres con la esperanza de verte nuevamente por acá pronto.

      Eliminar
  8. Jajajaja Muy divertido tu relato, Cardenal. Estoy de acuerdo en que el vino no puede faltar en una Iglesia o Sinagoga, aunque en una Mezquita brille por su ausencia ¿y que mejor que almacenarlo en un ánfora? Bienvenido al grupo de los jueves. Un abrazo y hasta pronto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Myriam una parroquia sin vino es como un atardecer sin...vino. Gracias por tus risas y por la revelación que dejaste en tu blog, nada podría hacer más feliz a nuestra Orden. Hasta estoy pensando sacar la cajita de limosnas ahora.

      Bendiciones agradecidas

      Eliminar
  9. ¡El ánfora milagrosa! Casi 40 L de vino es mucho vino, eh.
    Un besazo juevero, Cardenal

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagínate Dafne... las cajitas de vino que recibo de Roma vienen con un litro (eso dice el envase pero vaya uno a saber!) y de repente tengo casi cuarenta en un solo recipiente... ahora sí podría dar las misas de las 6 y de las 7 p.m.

      Loas al ánfora!!

      Cuarenta bendiciones para ti!

      Eliminar
  10. Has hecho una buena eleccion de tema. En cualquiera de los otros, el vino se habria derramado. El peor, "en un minuto". Eso hubiera sido...ufff.
    Saludoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaja tienes toda la razón!!

      Bendiciones con copas de metal

      Eliminar
  11. Un relato de lo más original, un ánfora que mejora la calidad del vino, por fin alguien se dejo algo que valía la pena. Muy bueno, besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y qué buen uso vamos a darle (para cuestiones relacionadas con la Parroquia por supuesto). Gracias !

      Bendiciones sin penas

      Eliminar
  12. Alabada sea ...A catar, todo sea por la parroquia y la comunidad.
    Un placer conocer tu espacio.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese es el verdadero espíritu! Siempre pensando en el bien común! vamos brindemos por todos nosotros! Gracias por venir.

      Bendiciones comunitarias

      Eliminar
  13. Original, con humor y con imaginación y sobre todo econo mizador de tiempo, jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Tracy, bienvenida. Te agradezco tus palabras y tu visita. Las confesiones son cortas, de No más de Un Minuto, así que esperamos que nos visites nuevamente.

      Bendiciones agradecidas y rápidas

      Eliminar

Publicar un comentario

Deja tu confesión