Las modernas monjas de clausura

 

 

¡Lo que faltaba! Monjas de clausura que se conectan a Internet y además mantienen correspondencia por Internet, al menos, con otras monjas de clausura. No sé si a ustedes les suene bueno, malo o, quizás, les cause indiferencia tal noticia. Pero, a mi…

Empezaré por decir que estas monjas son famosas en todo el mundo porque han entregado su vida a existir con toda fidelidad y radicalidad su vida de clausura, de soledad y silencio, para acoger la presencia de Dios en la alegría de la adoración y la alabanza. Esto de por sí ya es loable, por lo que me quitaría el sombrero ante ellas, pero no uso sombrero.

Aclaro, desde ya que no estoy en contra de ellas ni pretendo al escribir esta nota, minimizar la obra que hacen con su entrega total a sus creencias divinas. Pero me parece extraño eso de la Internet, especialmente cuando a voto de silencio nos referimos. Por supuesto –creo yo- que no utilizan ni video cámara, ni micrófonos en sus computadores, pero ¿el escribir mensajes no es una forma de comunicación? Y cuando se establece la correspondencia tenemos en este ejercicio los tres elementos básicos que forman la comunicación: Emisor, mensaje y receptor. Lo que en otras palabras significa que no guardan el voto de silencio al hacerlo.

Claro que… si envían mensajes en blanco sin nada escrito estaría bien, creo… ¡ups! y si lo que mandan son reenvíos con pepeeses adjuntos, de esos que nunca abrimos y que borramos sin mirarlos siquiera, pues eso sería bien y no faltarían a su voto del silencio, sino cuando se escuche una exclamación al ver uno… furtivamente.

Es decir, tampoco son ya tan radicales como nos hacen creer. Espero que no se aplique a lo de la soledad también, porque eso de los tonos grises donde sólo caben el negro o el blanco… Y bueno, me dirán que el voto de silencio no es un silencio total. Y yo les respondo que perfecto, está claro. Pero el voto de silencio consiste en no hablar excepto para los cantos de alabanza y la comunicación básica en el convento. Y allí no caben las “conversaciones” que realizan a través del correo electrónico, a mi modo de ver.

Y no estoy en contra de que lo hagan, al contrario, desearía que todos los que se aíslan del mundo buscando una realización de su espíritu, se conectaran a través de Internet para que vean de lo que se están perdiendo. Simplemente que la figura que me vendieron cuando yo estaba en el seminario ya no existe y no me avisaron antes. En las famosas cabalgatas de Madrid, España, vi por la televisión que no sólo estaban a la vera del recorrido presenciándola, sino que fueron ¡entrevistadas por TVE! Espero no encontrarme mañana a una de ellas en el supermercado porque decidieron permitir en el término “clausura” salidas extras al mediodía.

Mejor me voy a confesar a las fieles que esperan en la puerta del Confesionario, antes de que lleguen o llamen a esta parroquia o me envíen un correo avisándome que ya no rezarán por mí.

Bendiciones,

                        

Copyright ® 2009 Todos los derechos reservados